lunes, 20 de noviembre de 2006

Funeral

Invitado al funeral;
Enchaquetado hasta el fondo.
La sonrisa oculta y los dientes ausentes;
La cara del hombre recetaba angustia,
Con los ojos mustios de existencia

Contemplé su rostro abolido.
La pisada que marcaba sus huesos,
El espesor de su vientre descompuesto;
La chirriante luz vagaba por su espalda

Y lo vi niño queridos jueces
Acurrucado ausente de capucha grave
Lo vi en el mar de primavera
Rodeado de pájaros con hambre

Caminaba sin pecho, triste en los acantilados
El aterciopelado mundo indiferente
Fue causante de todos sus eclipses.
Y un maremoto rompió su espalda
¡Que estertor de naves muertas!

Y como el paso de un gigante
La rama dejó caer su fruto
Podrido por las ventiscas
Por el cuervo de su espada.
Era el último de los verdes racimos
Su pisada besó la tierra como labios.

Y la mano gélida aclaró la selva
Se abrió y murió entre el cuerpo y la hendidura
Se mostró entre los montes
Y fue una pena mis queridos jueces

Hubiesen visto esta mirada trastornada
El grito estéril de la viuda
Y esos niños que corrían por las plazas
Quedaron mudos al ver la gran herida.

Se abre la sesión mis queridos jueces
Este hombre es culpable,
Pregonadle a la libertad
Que fue su risa la que remeció sus ojos .

1 comentario:

bajamar dijo...

uu..me encantó...literalmente...
Es redondo y a la vez abierto, como una pieza teatral, está lleno de imágenes, emociones y sensaciones...te transporta

muy bueno

saludos