Cuando levo anclas
Cuando el recuerdo se mece entre los juncos
Acompaño a mi ceguera por los puntos de la puerta
La sueño angosta, estrecha de noches
La siento lejos,
En ese otro universo constelado En otra raza de suspiros o en otro corazón.
Y Yo, El otro invierno, nací con un puñado de rocío
Abrí la puerta, aguanté al albatros y a su vuelo, A su estrella sin picada.
Reescribí la muerte
Esperé su baile, bailé con ella, bailé con el abismo y con sus saltos.
Y sin la danza...sin la puerta que da la latitud de los dos nortes.
Terminé caído entre balas de semilla.
No podría revivir el rayo, ni siquiera alcanzaría callar la ola
Caería sin romper el bostezo de sal que emana de la nube.
Me derrubiaría con un ruido imperceptible de vanguardia
Con un arrebol entre los dedos
Y una magia de inocencia en algún rincón de mi regazo.
Yo solo quiero ver el bosque, dejar las migas del camino
Y que me sigan las huestes, que la lanza se nutra del clamor de mis pisadas.
Que vuelen las fuerzas del que nunca cambia, de ese que llaman sol de enero.
Y que en fin la mariposa rompa la puerta y que el sol se difunda en la espesura.
Para ser mi mano y escribirme un sueño.
Sin una puerta ni un abismo
Sin un barco para que olas me surquen.
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1 comentario:
muy bueno...no sé en realidad cómo se dice eso...pero tu decir me ha gustado mucho...te seguiré visitando, cuando el tiempo lo permita
saludos
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