La sombra se aquieta en los campos
y en ser despierta suave entre la noche.
no existen cuidades de vanguardia
y el vertigo sube y nace entre los saltos de la peste.
no reíran los muertos.
el dolor se aquieta mientras suben los de siempre:
los angeles tardíos
esos que nublan la noción del pensamiento
y cubren con la voz el dolor extinto.
no sabras que el señorío cambió de nombre
que tu sangre no es de perlas
y que el mañana no es un triste mediodía
el ser se nubla como un niño agazapado
y el espejo cubre los reflejos del abismo
no caerás por un espanto de señales,
será profundo
como un riachuelo límpido del infierno.
Y verás tu alma simple entre los simples
acorazada en la espesura
parapeteada entre los niños de un verano casi oscuro
y tomarás la mano
y caerás con ella
serás el tunel del cordero hacia el destino
Pero se verá en la gloria
apeara del burro
sentará tus piernas en un monticulo de vida
cantará suspiros
y en una hora revelada por el mundo
echará sus redes
sin cambiar tu despertar
Amo la vanguardía de los santos
el perdon implacable
la dicha de un profano al verse pulcro
amo el camino de las calles
el infierno que se esconde al ver la luz de los difuntos
TE amo a ti señora del palacio
que sin tardar avientas a tu hijo contra el mundo
amo el tiempo en que se pierden los sentidos
Te amo en cinta y sin los velos.
viernes, 15 de diciembre de 2006
martes, 5 de diciembre de 2006
Atrevido
Corté la noche con un cuchillo de avanze
solté la muerte
desde su capa hasta su nicho de pidras sueltas
ataqué su mano, dormida frente al fuego
perdí mis dientes sin pensar que otro tigre no ha nacido.
Volver a ver la oscura fuerza de los astros
volar mi manto frente al tiempo
sentir que el campo es verdadero
entre el rocío de otros muertos
solté la muerte
desde su capa hasta su nicho de pidras sueltas
ataqué su mano, dormida frente al fuego
perdí mis dientes sin pensar que otro tigre no ha nacido.
Volver a ver la oscura fuerza de los astros
volar mi manto frente al tiempo
sentir que el campo es verdadero
entre el rocío de otros muertos
Cambios
Canta la noche de los astros
que el tiempos se recuerda
y en la asuencia se atiborra de sentidos.
cuelga de la noche amado cambio
que en tus pies se mecen olas de salinas experiencias
Mas no te entibes como un dios que rompe el tiempo de suspiros,
se de todos viento fuerte y rompe el sol de entre las cuevas
como un completo amancecer
que el tiempos se recuerda
y en la asuencia se atiborra de sentidos.
cuelga de la noche amado cambio
que en tus pies se mecen olas de salinas experiencias
Mas no te entibes como un dios que rompe el tiempo de suspiros,
se de todos viento fuerte y rompe el sol de entre las cuevas
como un completo amancecer
lunes, 4 de diciembre de 2006
Todo va (un poco infantil)
Todos los niños van al mar
de entre los cardos sin cuartel
se van derecho hasta los pies
y en sus casas de cristal a sus niños ven llorar
como un milagro de las huestes
y entre la noche sin cuartel
mi fusil es de babel
del monte enhiesto y accesible.
todos los niños van sin pies
y sin caritas de papel
ya van sin cantos de oropel, van si ir
como un diluvio
Y lloran campos de metal
lloran la sombra deslavada
lloran la luz de sus colores
lloran sin casco y sin mantel
sin oficinas ni azadones
serán los hijos del pincel
esos que nunca fueron tres
si no que una legión de pobres
Esos que cantan sin cesar la triste muerte y su señal
son los indicios de la noche
Todos los niños van al mar
la guerra cruenta ya se fue
y el hombre sueña por un ciclo
que vengan días de mujer
o un bosquejo de papel
pero que vengan días nuevos
en donde el monte se haga piel y
tu cintura un fuerte abrazo
Y que vuelen los regazos de las madres
que se corten la manos
que el niño mame la sangre derramada en sus capullos
y en sus puentes sin ocaso
que deslustren la verdad
que sea falsa libertad
y no un encierro de cadenas
Que el mar se colme de pesar
que no finga enemistad
con figuras deslavadas
que sea pronto o quietud
que sea pronto
de entre los cardos sin cuartel
se van derecho hasta los pies
y en sus casas de cristal a sus niños ven llorar
como un milagro de las huestes
y entre la noche sin cuartel
mi fusil es de babel
del monte enhiesto y accesible.
todos los niños van sin pies
y sin caritas de papel
ya van sin cantos de oropel, van si ir
como un diluvio
Y lloran campos de metal
lloran la sombra deslavada
lloran la luz de sus colores
lloran sin casco y sin mantel
sin oficinas ni azadones
serán los hijos del pincel
esos que nunca fueron tres
si no que una legión de pobres
Esos que cantan sin cesar la triste muerte y su señal
son los indicios de la noche
Todos los niños van al mar
la guerra cruenta ya se fue
y el hombre sueña por un ciclo
que vengan días de mujer
o un bosquejo de papel
pero que vengan días nuevos
en donde el monte se haga piel y
tu cintura un fuerte abrazo
Y que vuelen los regazos de las madres
que se corten la manos
que el niño mame la sangre derramada en sus capullos
y en sus puentes sin ocaso
que deslustren la verdad
que sea falsa libertad
y no un encierro de cadenas
Que el mar se colme de pesar
que no finga enemistad
con figuras deslavadas
que sea pronto o quietud
que sea pronto
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